El lenguaje de nuestros hijos es una pieza fundamental en su desarrollo en los primeros años de su vida. Por eso los padres suelen estar muy atentos a las pequeñas dificultades que pueden tener para pronunciar una palabra o para mantener una conversación en familia.
Los niños comienzan a desarrollar el lenguaje a partir del primer año de vida y hasta los 6 años se pueden detectar muchos problemas que se suelen solucionar. El desarrollo del lenguaje es fundamental para que los niños puedan interactuar y establecer relaciones interpersonales en su entorno.
Los padres pueden aplicar estas 5 ideas que os vamos a explicar, pero si se dan cuenta de que el niño tiene algún problema serio a la hora de comunicarse siempre deben consultarlo con el pediatra. Si este cree que necesita más ayuda, le derivará al especialista que el niño necesita en ese momento que puede ser por ejemplo un otorrino o un logopeda.
- Ser un modelo para los niños
A esas edades los niños imitan en todo a los padres. Por lo tanto, los padres deben hablar despacio y con palabras que el niño pueda entender. Es importante que los padres articulen bien las palabras pero que no exageren en la lentitud a la hora de pronunciar porque el niño podría entender que esa es la forma adecuada de hablar e intentar imitarlo.
- Repetir la palabra que pronuncie mal
Una buena idea es intentar cuando el niño pronuncie mal alguna palabra repetirla correctamente, pero no hay que insistir para que el niño lo diga bien inmediatamente. Por supuesto, nunca se debe regañar al niño por decir mal una palabra. Solo hay que indicarle la forma correcta en la que se pronuncia esa palabra.
- No agobiar al niño
Si el niño se confunde de forma reiterada a la hora de pronunciar algunas palabras, nunca debemos atosigarle para que las diga de forma correcta. Lo mejor es dejarle el tiempo que necesite para expresarse con tranquilidad y no agobiarle.
- Evitar las preguntas “sí o no”
Otra buena idea para mejorar el vocabulario de los niños es evitar las preguntas que se pueden responder con solo un sí o un no. Es mejor utilizar preguntar en las que tenga que responder con una oración. Por ejemplo en vez de preguntarle: ¿Quieres una manzana para merendar? es mejor lanzarle otra cuestión ¿Qué quieres para merendar?
- Pequeñas recompensas
Por último, también se puede recompensar al niño con un muy bien o un pulgar hacia arriba, por ejemplo, si creemos que el niño se está esforzando en usar el lenguaje. El niño o la niña entenderá que sus padres valoran los esfuerzos y logros que va consiguiendo día a día.
Es importante que las personas que estén con los niños en el centro escolar y en casa también intenten aplicar estas ideas para el desarrollo del lenguaje de los niños. Las educadoras de Care for kids son profesionales cualificadas y siempre pueden ayudar a que los niños mejoren su lenguaje como puedes ver nuestra web.
