Los hábitos positivos que los niños van adquiriendo desde pequeños son los que van determinando su carácter y su personalidad. Por eso, si les enseñamos desde pequeños a ser ordenados cuando vayan creciendo seguro que lo consideran algo normal en su vida. Un ambiente ordenado y limpio siempre facilitará la vida de los niños que encontrarán sin problema sus juguetes, sus libros, su ropa y todo lo que necesitan para su día a día. Os vamos a dar algunos consejos para que ayudéis a vuestros hijos a ser ordenados.
- Predica con el ejemplo
Si tu hijo ve que el orden no es importante para la familia, ni se molestarán en intentarlo. Los niños aprenden por imitación y los padres somos su modelo de conducta: si leemos, mostrarán interés por los libros, si tenemos la casa ordenada, valorarán su importancia desde pequeños. Los niños tienen que ver cómo todos los días recogemos el salón, la cocina, la habitación o el baño.
- No recojas por ellos
Cuando los niños no recogen sus juguetes, los padres suelen hacerlo por ellos con la justificación de que son todavía pequeños o de que no tienen tiempo. El problema es que el niño se va acostumbrando a esta ayuda habitual y seguirá sin ordenar durante años. Cuando el niño ya tiene 12 años es muy complicado que aprenda a recoger. Seguro que tendremos problemas con el orden de su habitación todos los días. Por eso es importante no recogerle todos los días los juguetes, sino que tenga claro que antes de irse a la cama su habitación debe estar recogida. Aunque seguro que al principio protestará e intentará no hacerlo, si se acostumbra en poco tiempo asumirá que es una de sus tareas diarias.
- Un espacio cómodo y accesible
Las habitaciones de los niños deben ser cómodas para sus actividades y juegos. Es importante que todo esté a su altura y alcance para que puedan organizar ellos mismos sus juguetes, su ropa o sus libros. Los niños deben tener acceso a cajones, armarios, cajas o estanterías para guardar las cosas. Si eliminamos los obstáculos físicos que tienen para ordenar, aunque tengamos que ayudarles al principio, seguro que pronto lo harán solos.
- Un sitio para cada cosa
Aprender a recoger es complicado para la mayoría de los niños. Es fundamental que los niños sepan donde tienen que guardar cada cosa: los peluches en el cajón azul, los libros en la estantería amarilla o la ropa en el armario. Si no saben dónde tienen que guardar cada cosa, les va a resultar imposible. Un truco práctico puede ser pintar un dibujo en cada cajón que les ayude a descubrir que es lo que tienen que guardar en él.
- Plantearlo como un juego
Por último, una buena idea puede ser plantear la tarea de recoger como un divertido juego. Por ejemplo, podemos organizar un concurso entre los hermanos para ver quién recoge más juguetes en media hora. Seguro que les encanta esta forma de recoger y al día siguiente querrán volver a repetir la experiencia.